Sus ensayos dialogan con la antropología, la política y la literatura, transformando el feminismo en una reflexión crítica sobre el cuerpo, el lenguaje y la sociedad.
Una autora que piensa desde la palabra
Marta Lamas es una de las voces más influyentes del feminismo en México. Su nombre aparece con frecuencia en debates sobre género, cuerpo, sexualidad y derechos, pero su valor no se limita al activismo o a la política: también pertenece al ámbito de la literatura de ideas.
Sus libros, escritos con una claridad poco común, buscan algo más que convencer: buscan comprender. Lamas escribe para que el lector piense, para que descubra cómo los significados culturales moldean lo que creemos ser “natural” o “evidente”.
Su formación como antropóloga la llevó a mirar la realidad con curiosidad científica, pero su vocación literaria la impulsa a narrar esa realidad con profundidad humana. En textos como El género: la construcción cultural de la diferencia sexual1, Cuerpo, sexo y política2 o Dolor y política3 , Lamas muestra cómo las ideas sobre el cuerpo, la identidad y la diferencia no surgen de la biología sino de las costumbres, los prejuicios y los lenguajes que las sociedades repiten durante generaciones.
Leerla es entrar en un territorio donde la palabra se convierte en espejo del cuerpo y el cuerpo en un texto que puede ser leído.
El feminismo como mirada cultural
Para muchos, el feminismo suele presentarse como un movimiento social o político. Pero en la obra de Marta Lamas aparece como algo más profundo: una forma de mirar la cultura y cuestionar el poder de las ideas.
Desde sus primeros ensayos, Lamas insiste en que no se trata de enfrentar a hombres y mujeres, sino de entender cómo las sociedades construyen roles y jerarquías que afectan a ambos. El feminismo, en su escritura, es un ejercicio intelectual, una búsqueda de libertad y también una apuesta por la empatía.
Su lenguaje no busca separar, sino unir. No condena, sino que pregunta. En lugar de imponer una respuesta, abre caminos para pensar de otro modo. Esa es la razón por la que sus textos se leen con interés no solo en universidades, sino también en espacios culturales y medios de comunicación.
Pensar con el cuerpo
En su obra, el cuerpo ocupa un lugar central. No como objeto de estudio frío, sino como territorio vivo donde se cruzan la biología, la historia y el deseo. Lamas analiza temas complejos —la sexualidad, la maternidad, el aborto, la prostitución— sin caer en los extremos ideológicos. Su escritura combina sensibilidad, rigor y una notable capacidad de diálogo.
Para ella, el cuerpo es el punto de partida de la libertad. Y comprenderlo es comprender también las estructuras invisibles que nos condicionan. Escribir sobre el cuerpo, en su caso, es escribir sobre la forma en que la cultura define lo humano.
El debate público y sus límites
Recientemente, el sitio Nexos publicó el artículo de Marian Torres “¿Ideología de género? Sobre un libro de Marta Lamas”, en el que se comentan las ideas centrales de uno de los libros de Marta Lamas: “¿Ideología de género? Disputas políticas sobre la diferencia sexual”. El texto de Nexos tiene el mérito de presentar de forma clara las discusiones actuales en torno al concepto de “género” y las resistencias que provoca.
Sin embargo, su lectura es sobre todo periodística, resume bien el debate político, pero no alcanza a mostrar la profundidad teórica y literaria que distingue a Lamas como ensayista. Los libros de Marta Lamas no solo discuten ideas, sino que las piensan con el lenguaje, con imágenes, con ejemplos, con la paciencia de quien quiere explicar sin simplificar. Por eso su obra merece ser leída directamente, no solo comentada.
Una literatura del pensamiento
La obra de Marta Lamas puede leerse como una literatura del pensamiento: una forma de ensayo que une reflexión y arte del lenguaje. Su prosa es rigurosa, pero también cercana; académica, pero sin encierro universitario.
En ella hay un deseo de emancipar, no solo a las mujeres, sino a todos aquellos atrapados por los límites del pensamiento tradicional.
Su feminismo no grita: razona. No busca imponer un dogma, sino ofrecer una mirada crítica sobre cómo el poder opera en lo cotidiano, en las palabras, en las emociones y en la educación. De ahí su importancia cultural: Lamas no solo escribe sobre feminismo, sino que escribe desde el feminismo, entendiendo que el conocimiento también puede ser una forma de justicia.
A manera de conclusión: leer para comprendernos mejor
Marta Lamas no escribe para convencer a todos, sino para que pensemos con más profundidad. En sus páginas encontramos una invitación a mirar el mundo sin miedo, a comprender que las diferencias no son una amenaza sino una riqueza.
Su obra, más que un manifiesto, es un ejercicio de libertad intelectual. Y en tiempos donde la información abunda pero la comprensión escasea, su voz ofrece un recordatorio necesario: leer, pensar y dialogar siguen siendo actos de emancipación.
Notas
1 En “El género: la construcción cultural de la diferencia sexual” analiza cómo la cultura moldea y simboliza las diferencias biológicas.
2 En “Cuerpo, sexo y política” se puede interpretar como una obra que vincula la política con el cuerpo y el sexo.
3 “Dolor y política” es un libro de Marta Lamas que explora la intersección del dolor personal y colectivo con la política feminista.








